El futuro de Michael Porter Jr. en Denver: ¿a qué precio?

Un año después de alcanzar las Finales de Conferencia tras protagonizar dos espectaculares remontadas, los Denver Nuggets han sufrido un duro correctivo por parte de ...

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Por Jacobo León

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Un año después de alcanzar las Finales de Conferencia tras protagonizar dos espectaculares remontadas, los Denver Nuggets han sufrido un duro correctivo por parte de Phoenix Suns en Semifinales de Conferencia.

Si bien es cierto que no han podido contar con Jamal Murray por lesión y que enfrente han tenido a un equipo intratable inmerso en su mejor momento de la temporada, en las oficinas de Colorado harán ahora balance de su trayectoria antes de tomar una serie de decisiones de cara a la próxima temporada. Estas servirán también para posicionar al equipo a medio y largo plazo.

La presencia de Nikola Jokic, nombrado MVP de la temporada, asegura un plus de competitividad y talento que debería mantenerlos en la zona noble del Oeste durante muchos años. Así se demostró en primera ronda ante los Portland Trail Blazers, a quienes apearon en seis partidos a pesar de la ausencia de Murray. Después, los Suns de Chris Paul supusieron una muralla imposible de escalar.

Así, la diferencia entre una primera ronda de playoffs y el título lo comprenden esos jugadores afines al jugador franquicia que mejor puedan sacar partido a su juego. En Colorado se proyectaron como candidatos al anillo al cerrar el traspaso por Aaron Gordon antes del cierre de mercado. La lesión de Murray echó al traste con estas expectativas aunque la irrupción de Michael Porter Jr. ofreció motivos para seguir soñando.

El alero había sido la arriesgada apuesta de los Nuggets en el draft de 2018. Una grave lesión de espalda lo eliminó de la puja por el primer pick y su nombre caería hasta la 14ª selección. No era solo la lesión lo que preocupaba a las franquicias sino también el temor de que no fuera capaz de demostrar el potencial que se le presuponía y que terminara convirtiéndose en un bluff. Unas dudas legítimas teniendo en cuenta que se perdió toda la primera campaña. Finalmente, lograría debutar en la NBA en noviembre de 2019. Desde entonces, ha ido desgranando, poco a poco, un inminente salto al estrellato de la liga.

Su evolución desde su año rookie hasta el recién finalizado ha sido evidente: de 9,3 puntos en 16,4 minutos hasta los 19,0 tantos en 31,3 minutos. Su envergadura y cualidades lo hacen perfectamente moldeable al baloncesto actual. Su acierto exterior, además, lo erigió como una amenaza desde el primer minuto: 43,9% en triples en sus dos primeros años en la liga. Su amago de explosión llegó tras el All-Star: 23,2 puntos en 33 partidos, todos ellos como titular. No estaba Murray y él quiso dar un paso adelante.

Sin embargo, hay una serie de dudas que lo rodean. Principalmente aquellas que señalan a su defensa, su concentración y la intermitencia de su juego. Unos defectos que apuntan más bien hacia una segunda espada que a una gran estrella de la NBA. Por supuesto, su edad, tan solo 22 años, nos invita a no ser especialmente duros con él.

No obstante, el tiempo, el negocio y las exigencias propias que rodean a la NBA no son las mejores amigas de la paciencia. Este mismo verano, los Nuggets afrontarán la decisión de renovar a Porter Jr. o esperar hasta la temporada baja de 2022, momento en el que se convertirá en agente libre restringido. O, incluso, terminar situándose como moneda de cambio para un movimiento mayor.

¿Qué opciones tienen en Denver?

El máximo: un precio demasiado alto

Michael Porter Jr. es un jugador con un gran potencial al que todavía se le desconoce su techo. No obstante, hasta la lesión de Jamal Murray era la tercera espada del equipo. Si a esto le unimos sus lagunas en defensa, resulta evidente pensar que el de Columbia no es un jugador merecedor de un máximo. No de momento.

Por supuesto, las pretensiones de Porter Jr. van a ser altas y su proyección así lo confirma. Según fuentes del periodista de ESPN Bobby Marks, el nuevo contrato del alero podría rondar los 25 millones de dólares anuales, unos cuatro millones, aproximadamente, por debajo del máximo salarial.

En el caso de que el jugador sea feliz en Denver pero no quiera perdonar dinero, Marks señala que los Nuggets podrían ofrecer un contrato similar al firmado por Jaylen Brown en octubre de 2019: cuatro años y 115 millones. El matiz clave de esta operación se encuentra en las bonificaciones. 103 de los 115 millones están garantizados. El resto están sujetos a diversas cláusulas.

Así, Porter Jr. se aseguraría unos 120 millones de dólares más otros sujetos a condiciones que servirían para incentivar su rendimiento y, de paso, ser un poco más benevolentes con las finanzas de la franquicia. Los Nuggets tienen 60 millones de dólares comprometidos durante el curso 2021-22 solo en los contratos de Jamal Murray y Nikola Jokic. Y el serbio podrá aspirar a un super máximo de 241 millones el verano de 2022 tras ser elegido MVP de la temporada.

Además, una cantidad más baja conlleva un premio escondido: más fácil de mover en el mercado en el caso de que las cosas, finalmente, no terminen de ir bien. No hay mal que por bien no venga.

¿El máximo? Un riesgo que merece la pena correr

Aquí hemos venido a jugar y un talento como Michael Porter Jr. merece cualquier tipo de riesgos. No parece la opción más viable pero peores acuerdos se han firmado y la cuantía del de Porter Jr. no es tan elevada debido a su juventud.

Hablando en cifras, un acuerdo por el máximo vincularía al alero con los Nuggets por cinco años y 168 millones de dólares. Obviamente, esta operación traería consigo otras de índole delicada.

El super máximo de Jokic en verano de 2022 (o 2023, si decide esperar a última hora) colapsaría las finanzas de los Nuggets y el fondo de armario del equipo brillaría por su ausencia. Es evidente que, a dicho precio, solo hay espacio para dos contratos tan altos. Y no olvidemos que Aaron Gordon también será agente libre en 2022.

Pero, si Porter Jr. termina por confirmar su salto al estrellato de la NBA, ¿plantearían en Denver un traspaso por Jamal Murray? La lesión de rodilla del base es un factor a tener en cuenta en el futuro. Porter Jr. tampoco puede presumir de ello debido a su espalda pero, al menos, la batalla quedaría en tablas.

Aún así, insistimos en que no se presenta como la opción deseada en las oficinales principales de Denver, según medios como ESPN y The Athletic.

¿Y por qué no un máximo… pero con condiciones?

Este escenario es bastante interesante ya que incorpora varias condiciones que pueden estimular el rendimiento del jugador, como en el primer caso. Solo que este sí considera el máximo que comentábamos en el anterior punto, de cinco años y 168 millones de dólares.

En una pieza reciente sobre el verano de los Nuggets, Bobby Marks recuerda un caso similar ocurrido en 2017. Entonces, los 76ers cerraron la renovación de Joel Embiid por cinco años y 147 millones de dólares. Lo que entonces no trascendió es que la franquicia se guardó un as bajo la manga: esta cantidad se reduciría si el center sufría una lesión en el pie o la espalda que lo obligara a perderse una cantidad significativa de partidos.

Para ello, las franquicias pueden apelar a la cláusula Exhibit 3 presente en los contratos de los jugadores y apoyada por el CBA. Para los más curiosos, aquí hay un ejemplo.

Si bien es una vía que permite cierta flexibilidad pues no está cerrada a supuestos muy concretos, abre distintas opciones a los equipos. Entre ellas, limitar la cantidad máxima a percibir a un número determinado de partidos o minutos disputados. Esto último protegería a los Nuggets en caso de una grave lesión de Porter Jr.

La virtud de saber esperar

Puestos a hacer balance, para los Nuggets no supone una urgencia máxima este verano. Quizá recomendable, pero tienen todo un año más por delante para estudiar su potencial proyección en el futuro de la franquicia.

Porter Jr. tiene garantizado su contrato durante el curso 2021-22 a razón de 5,2 millones de dólares. Consumido este sin una renovación previa, pasará a ser agente libre restringido en el verano de 2022.

Esta espera tiene sus pros y sus contras. No cerrar ya su renovación permitirá a la franquicia el estudiar su evolución y su estado de salud durante toda una temporada completa más, sin repercusiones contractuales. Así, recabar información será mucho más fácil. Además, mantendrán la última palabra pues podrán igualar cualquier oferta recibida.

Otro factor a tener en cuenta es la flexibilidad para realizar movimientos. Porter Jr. podría ser incorporado en un paquete mayor con el objetivo de reclutar a otra estrella. Sin embargo, no estaría contemplada su salida vía sign-and-trade al no estar recogido en su normativa.

Ahora bien, las cosas no resultan tan sencillas. Este verano, las franquicias tendrán muy poca flexibilidad salarial para realizar contrataciones, mientras que en el periodo estival de 2022 se liberarán bastantes acuerdos cuantiosos y los equipos podrán acometer más y mejores movimientos. Eso significa que la cantidad a igualar por los Nuggets podría ascender bastante.

Además, este acuerdo podría incluir una opción de jugador en el tercer o cuarto año, dejando en manos de la franquicia solo las primeras dos temporadas. Por el contrario, un acuerdo de cinco años permitiría a los Nuggets tener la sartén por el mango en todo momento.

Revalorizar y vender

Esta opción contempla las anteriores pero con el simple propósito de obtener los mayores activos a cambio y nunca buscar la continuidad a largo plazo del jugador.

Los factores pueden ser varios: el temor a una grave lesión, las dudas sobre su defensa, la adquisición de otra estrella o la búsqueda de otro perfil de jugador más afín al sistema.

La cuestión es que los Nuggets saben que, sin problemas físicos de por medio, tienen un diamante en bruto. Pero, de momento, la apuesta de la franquicia ha pesado sobre la pareja formada por Nikola Jokic y Jamal Murray. Si esta se confirma y extiende su desarrollo, en Denver podría interesar una tercera estrella con mayor posibilidad de adaptación o un fondo de armario más profundo para hacer frente a la dureza del calendario.

Así, la temporada 2021-22 serviría para completar la evolución de Porter Jr., mantener su valor de mercado y buscarle la mejor salida posible. Aquí es importante resaltar que un hipotético traspaso se vería condicionado por el posible acuerdo a firmar este verano: no es lo mismo igualar cinco millones que 25 en salarios.

Y todos sabemos que en Denver han mostrado durante los últimos años un gran interés en Bradley Beal.

(Fotografía de portada de Dustin Bradford/Getty Images)

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