La conveniencia (o no) de forzar a Antetokounmpo

Con los Bucks en las Finales y el optimismo con respecto a la situación física de Giannis Antetokounmpo creciendo con el paso de los días, ...

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Por Aitor Darias

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Con los Bucks en las Finales y el optimismo con respecto a la situación física de Giannis Antetokounmpo creciendo con el paso de los días, todo parece destinado ahora mismo a que el griego aparezca en algún punto de la eliminatoria. Con el anillo tan cerca, parece obvio que tanto el jugador, caracterizado por su hambre de victoria, como el equipo querrán que el regreso se produzca, y es posible incluso que lleguemos a verle jugar antes de estar en plenas facultades. No obstante, cabe preguntarse hasta qué punto esto puede resultar conveniente para los de Budenholzer en vista de cómo funcionan con y sin él en pista.

Empecemos quitándonos del encima lo obvio. Evidentemente, una potencial recaída de la lesión sería terrible y justifica tomar todo tipo de precauciones, pero hay poco que añadir en ese sentido. Además, evitemos caer en los debates que surgen siempre que ganan dos partidos sin Giannis acerca de si son mejor equipo cuando él no está. Los Bucks han sido uno de los grandes conjuntos de las últimas temporadas con un sistema construido en torno a él, y no hay duda de que son mejor equipo cuando cuentan con su superestrella al 100%.

La cuestión es, ¿lo son con un Giannis que no está al 100%? Es ahí cuando empiezan las dudas.

Un ataque condicionado

Y es que algo que parece obvio es que la presencia de Antetokounmpo es un importante condicionante para la forma de atacar de los Bucks. Su dominio en la penetración a canasta o atacando la pintura hace que Budenholzer busque rodearle de hombres abiertos para tratar de abrirle espacios hacia el aro, haciendo que sus compañeros ocupen posiciones o roles que no necesariamente serían los que tendrían en circunstancias normales. Abrir la pista se ha convertido en una condición sine qua non para quienes busquen encajar a su lado, haciendo que el resto de integrantes de la plantilla tengan que mezclar su juego habitual con labores más propias de un tirador para intentar castigar la atracción que Giannis genera.

Esta idea, en general, ha funcionado para Milwaukee, que fue un equipo muy fiable desde el triple en temporada regular gracias en gran parte a esta premisa. Es más, incluso en playoffs, donde el acierto exterior ha decaído de forma notable, los resultados han seguido llegando, pero es aquí donde hay que retomar la pregunta que se lanzaba antes: ¿sería igual de eficaz este sistema con un Anteto mermado?

El del griego no sería el primer caso de estos playoffs de un jugador que vuelve sin estar al 100% y acaba siendo casi un lastre para su equipo. Sin alejarnos de las eliminatorias de los Bucks, tanto James Harden como Trae Young forzaron para poder jugar dadas las urgencias de las eliminatorias, y el discreto nivel mostrado por ambos invita a preguntarse si no habría sido mejor dejar su hueco a un compañero completamente sano.

Pero es que en el caso de Giannis la situación va aún más allá, pues es un jugador cuya dependencia del físico es mayor y cuyo condicionamiento del spacing de su equipo es también mucho más marcada. No es una amenaza jugando lejos del aro, y si no está lo suficientemente ágil y fuerte como para hacer daño cerca de él, Milwaukee estaría mermando enormemente sus recursos ofensivos, condicionando su ataque en pos de un arma que no puede usar del todo.

Una alternativa sólida

No hay que negar que uno de los motivos que alimentan este debate es lo bien que han funcionado los Bucks sin su estrella en los últimos dos partidos de la eliminatoria ante Atlanta. Es obvio que la muestra es muy pequeña como para sacar conclusiones definitivas sobre nada, pero muchas de las cosas que se vieron parecen ajustes lógicos más que situaciones puntuales, por lo que parece razonable tenerlas en cuenta. Y es que estas pequeñas modificaciones han hecho que varios hombres hayan dado un importante paso adelante.

Sin una figura tan condicionante, varios de ellos han podido ejercer un juego que les resulta más natural, y han desplegado una versión mucho más cercana a la mejor que pueden ofrecer, especialmente Jrue Holiday y Brook Lopez. Así como Khris Middleton es una especie de alma libre que puede tanto beneficiarse del sistema y anotar desde el catch & shoot como generarse sus propias canastas en isolation, el base y el pívot sí notan más estos ajustes en su juego, y en los dos últimos encuentros parecen haberse sentido mucho más cómodos.

Lopez lleva desde su llegada a Milwaukee ocupando un papel mucho más cercano al de un tirador que al de un pívot tradicional, algo que cambió radicalmente en el Game 5, en el que, curiosamente, logró la mejor actuación de su carrera en unos playoffs con 33 tantos. Brook logró en este partido más puntos en la pintura (26) que en los cuatro anteriores de la serie (20), algo que sin duda estuvo marcado por la ausencia de otra figura que buscase atacar la pintura y que la llenase de defensores. El pívot no estuvo tan dominante en el sexto encuentro, pero sí dejó claro que la baja de Antetokounmpo no les deja faltos de alguien capaz de sumar cerca del aro.

Holiday, por su parte, no solo ha ganado galones y presencia en la ofensiva, sino que lo ha hecho encontrando también muchas más vías hacia el aro. Jrue ha promediado 10 lanzamientos desde la pintura en estos dos duelos sin Giannis, un número que no solo es bastante mayor que el que promediaba con el griego a su lado (7,5) sino que se acerca más a sus promedios de temporadas anteriores (9,1 en la 19-20, 9,7 en la 18-19). Al fin y al cabo, el base siempre ha sido un gran penetrador gracias a su agilidad y fortaleza, y el hecho de que la defensa rival no pueda permitirse flotar a Anteto aleja las posibles ayudas y libera el camino a la canasta.

Y de nuevo, no se trata de reabrir el debate sobre si son mejores sin él, porque no lo son, pero lo que sí parece obvio es que varios jugadores se encuentran más cómodos y pueden desplegar su mejor versión en un sistema menos condicionado. Y si Giannis no va a estar al 100%, quizás convenga que al menos sus compañeros sí puedan estarlo.

En cualquier caso, para poder opinar de forma más fundamentada no queda sino esperar a que el retorno del heleno se produzca, si es que esto finalmente ocurre. Será entonces cuando se verá a qué nivel está, cuánto aporta, y qué aspectos cambian con respecto a lo que los Bucks hagan en los partidos sin él. Hasta entonces, no queda sino especular y disfrutar de unas Finales que se prometen plagadas de emoción.

(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)

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