El juego al poste ha muerto… ¿Verdad?

De unos años a esta parte hemos asistido a la continua profetización de la muerte del juego de espaldas. El tan glorificado poste, otrora santo ...

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Por David Sánchez

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De unos años a esta parte hemos asistido a la continua profetización de la muerte del juego de espaldas. El tan glorificado poste, otrora santo y seña de cualquiera que pretendiese alzarse como interior de élite, es hoy un capricho que pocos se pueden permitir y que ha perdido su protagonismo general en el baloncesto ofensivo. Esta misma temporada, Chris Ballard realizaba un reportaje para Sports Illustrated titulado ‘Post Play Is a Lost Art in the NBA. What Happens to Those Who Still Believe in It?’. El cual básicamente se trata de un lamento desde la perspectiva de la voz más autorizada que existe en lo que se refiere al arte del posteo: Hakeem Olajuwon. 

Desde su retirada, el legendario pívot se había convertido en un mentor para todo el que precisase ayuda para mejorar su pericia en el juego de espaldas. Desde el juego de pies y equilibrar el lanzamiento en suspensión, hasta trucos para percibir la posición y punto débil del defensor en todo momento sin necesidad de mirarle. Allá en la cancha que esconde tras un gigantesco portón de acero su rancho de Katy, una pequeña comunidad casi 50 kilómetros a las afueras de Houston, Texas; Olajuwon continuó sentando cátedra hasta entrada la pasada década. Probablemente fuesen Kobe Bryant tras su anillo de 2009 y LeBron James tras su estrepitosa caída en las finales de 2011 ante los Mavs sus pupilos más ilustres.

Hoy, Dream Shake admite que su teléfono hace tiempo que no recoge llamadas de jugadores dispuestos a trabajar en este aspecto del juego. Y es cierto, el juego al poste ha muerto tal y como se conocía antaño. De hecho, el equipo más prolífico de la liga finalizando (asistencia, pérdida o tiro) en este tipo de acciones no llega a las diez posesiones por encuentro. Siendo cifras casi siempre engordadas por uno o dos jugadores concretos por plantilla. En la 2015-16, primera temporada que NBA Stats computó estas cifras, los Knicks promediaron más de 15 acciones de espaldas a canasta que acababan en tiro o asistencia (mayormente tiro porque: Carmelo Anthony y Kristaps Porzingis). Suerte que los datos no permiten retroceder más en el tiempo con esta exactitud.

El arte del poste (2015-Hoy). Fuente: NBA Stats a 15/03/23

Eficiencia, esa mágica palabra

Ahora bien, la eficiencia de aquellas acciones era raquítica comparada a la actualidad. Si en 2016 valía con generar 1 punto por posesión para liderar la liga (OKC), hoy Mavericks, Bulls y Sixers generan 1,11 por ataque finalizado desde el poste y hay hasta 11 equipos que hubieran dominado la liga hace poco más de un lustro en términos de eficiencia en este aspecto del juego. Básicamente, al poste le ha ocurrido lo mismo que a la media distancia. Que ha quedado únicamente en manos de los mayores orfebres de la liga y virado de ser un lugar con gran peso en la finalización a ser una zona utilizada mayormente para la creación de juego. Lo cual la estadística todavía no logra medir con precisión.

Esto no es nada exclusivo de las acciones de poste. Ya ha pasado con el rebote ofensivo o la media distancia, aspectos de los que se rehuyó en base a la estadística, pero a los que se ha regresado con nuevos parámetros para convertirlos en prácticas eficientes. De hecho, sí hay un cambio de concepto general en el juego de espaldas. Si antes las posesiones iban enfocadas a aclarar el ataque para hacer llegar el balón al poste en la mejor situación y en fase de ejecución, por norma general hoy se orquestan sistemas rápidos para poner el balón en manos de la estrella y comenzar a orquestar la ofensiva desde ahí. Es decir, que el acercamiento al poste ha pasado de ser de lo colectivo a lo individual, a nacer del desequilibrio individual para facilitarle la vida al colectivo.

De dentro a fuera

El otro fenómeno que afecta a la metamorfosis del juego en el poste es su democratización. La apertura de espacios interiores y escasez de cuerpos pesados del baloncesto actual promueve que cada vez más tipos de jugador puedan ejercer de espaldas a canasta de forma ocasional o más comúnmente. En algunas ocasiones, ya ni siquiera vale con ser lo que se denomina un three level scorer (dominar triple, media distancia y pintura), sino que para ser una superestrella ofensiva importa tanto o más la variedad de maneras que tenga el jugador de generarse estos tiros. De esta forma se está viendo cómo jugadores exteriores que llevan menos de un lustro en la NBA desarrollan su juego al poste para tener un arma más en su arsenal ofensivo. 

Michael Jordan, Paul Pierce, Kobe Bryant o LeBron James también hicieron hincapié en mejorar estos aspectos de su juego. Pero lo hicieron mucho más entrada su carrera. La desquiciante escalada del arsenal ofensivo actual obliga al jugador de hoy a sumar recursos a ritmo descabellado para alzarse en la élite.

Este año llama poderosamente la atención lo de Luka Doncic, convertido en el cuarto jugador que más acude al poste. Desde ahí genera 1,12 puntos por posesión (84,5 percentil). Pero quizás el ejemplo perfecto de esto lo represente Shai Gilgeous-Alexander que, junto a su evolución en la media distancia, también ha añadido este recurso (1,3 jugadas finalizadas en acciones de poste por partido ocupando el 89,9 percentil) para generarse sus propios tiros y aprovechar su mayor envergadura con respecto a la mayoría de bases de la liga.

Bien común

Evidentemente, existen dos superdotados como Joel Embiid y Nikola Jokic que podrían haber dominado la liga desde situaciones de poste en cualquier era. Pero lo relevante en la actual campaña y de un tiempo a esta parte es la cantidad de jugadores que pueden desenvolverse en el juego de espaldas (tanto en la ejecución como en la creación) dentro de cada plantilla. 

En Milwaukee, perfectamente podemos meter en este saco a Giannis, Lopez, Portis, Holiday y Middleton. Los Jays de Boston también tienen el poste en su repertorio habitual. Además de Jokic, Gordon y, en pequeñas muestras, Murray, hacen del poste un recurso más. Sabonis es uno de los jugadores más vehementes de la liga en este arte. 

DeAndre Ayton, Devin Booker, Kevin Durant, Landale; Joel Embiid, Tobias Harris; Jarret Allen, Evan Mobley; Jaren Jackson Jr., Steven Adams; Paul George, Kawhi Leonard, Ivica Zubac, Marcus Morris; Klay Thompson, Andrew Wiggins; Julius Randle, Jalen Brunson, R.J. Barret; Luka Doncic, Kyrie Irving; Spencer Dinwiddie; Jimmy Butler, Adebayo; Toronto Raptors; DeMar DeRozan, Vucevic; LeBron James, Anthony Davis; Zion Williamson, Brandon Ingram, Jonas Valanciunas; Paolo Banchero; Kristaps Porzings… Se quedan muchos por el camino cuyo juego de pies en zonas interiores o aproximación a las jugadas bien podrían tomarse como vertientes de situaciones de poste. 

Condenado a subsistir

Sin afán de revisionar el pasado, en según qué tiempos era inusual ver a las defensas lanzar a un segundo hombre sobre el jugador con balón en el poste para obligarle a soltar el balón. Secuencia que hoy se repite hasta la saciedad con los pocos jugadores capaces de fiscalizar el juego de espaldas prácticamente en cada jugada. Principalmente, esto es lo que provoca que, si bien los posteos no hayan desaparecido, sí esté cerca de hacerlo lo que se entendía por poste bajo y sea imposible ver a un interior (o jugador en general) que sobreviva con el juego de espaldas como su única habilidad. Aquello de que los interiores no han desaparecido, han evolucionado. 

La clave es que el juego de espaldas no podrá morir mientras este sea un deporte de mismatches tan acuciado como ha demostrado ser en los últimos tiempos. Ponerse de espaldas a canasta siempre será un atajo a aprovechar superioridades físicas y técnicas. Y la sabermetría jamás le dio la espalda a una forma simple de generar ventajas. Que si se piensa que la era de la estadística le hubiese hurtado al baloncesto el Sky Hook, el Dream Shake o a McHale, se estará cayendo en un engaño. El pasado no va a regresar para complacer las nostalgias del aficionado medio, pero todavía existe una enorme paleta de acciones y diversidad suficiente de acercamientos al poste como para denominarlo un arte muerto.

(Fotografía de portada de Allsport/Getty Images)

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