De cobrar poco más de dos millones de dólares por dos temporadas, auténtica calderilla en lo que a contratos NBA se refiere, a resolverse la vida sí o sí. Austin Reaves, el formidable jugador que entró en la Liga sin hacer ruido hace un par de años, sabe que está a pocas semanas de que el dinero no sea ya nunca más un problema. Ahora, la cuestión para él es saber de cuánto dinero hablamos y qué franquicia lo va a pagar.
Tras no ver su nombre en el Draft de 2021, Reaves aterrizó en la NBA con un contrato dual con los Lakers, que antes del primer partido oficial del curso le otorgaron el mencionado acuerdo por dos años y el mínimo salarial. En el primero de los cursos, el 2021-22, la nómina del de Newark no llegaba ni al millón de euros, poca cosa para los contratos que se manejan en la NBA. Aquel acuerdo, beneficioso a todas luces para unos Lakers que pagaban muy poco por un jugador que crecía sin techo, sobre todo en la 2022-23 (donde apenas cobró 1,5 millones de dólares), se ha terminado por convertir en un problema para los angelinos. Un dolor de cabeza que puede hacerles perder a uno de sus mejores jugadores. ¿Imprescindible? Seguramente no, pero sí una pieza por la que merece la pena sentarse a pensar si se paga lo que va a valer o no.
¿Cuánto vale Reaves en el mercado?
El escolta será a partir del 1 de julio agente libre restringido. La Oferta Cualificada que le pondrán sobre la mesa los Lakers para que efectivamente se convierta en agente libre restringido será de 2,1 millones de dólares y un curso. Pero se tratará de una mera formalidad, porque Reaves va a ganar mucho más que eso. Una formalidad de cara a tener la última decisión sobre los derechos del jugador. Y es que los Lakers se garantizan con la oferta cualificada (damos por hecho que Reaves la firmará como parte de la formalidad del proceso) poder igualar cualquier propuesta que le llegue a Reaves y quedárselo. Sacando la chequera, eso sí. Y quizá por el doble que si directamente Reaves renovara con ellos.
El jugador puede valer entre 50,8 millones por cuatro temporadas y casi 100 por el mismo periodo de tiempo. La diferencia radica en qué franquicia le ofrece el contrato. Decíamos que los Lakers pagan la penitencia de haber dispuesto a tan bajo precio de los servicios de Reaves durante dos cursos. Esa penitencia se traduce en el de Arkansas es Early Bird, que los derechos que sobre él tienen los angelinos son Early Bird Rights, porque Reaves sale de su contrato de novato tras sólo dos cursos. En términos económicos esto supone que el máximo que le pueden ofrecer los Lakers por cuatro campañas es la cantidad de 50,8 millones de dólares, a todas luces un buen contrato si no fuera porque hay franquicias dispuestas a pagarle hasta casi 100 millones de dólares por esos cuatro cursos. ¿Pueden? Si tienen masa salarial para asumir a un agente libre y si los Lakers no igualan la oferta, el camino está despejado.
La ‘Disposición Arenas’
Es otra de las aristas de esta historia, basada en lo limitado del salario de un agente libre restringido para sus dos primeros años. Sin embargo aquí hay una clave, que se resume en que se paga poco en esas dos primeras campañas, pero de la segunda a la tercera se puede aumentar brutalmente la nómina del jugador, para luego hacer que crezca otro poco de tercera a la cuarta temporada. Lo llaman en Estados Unidos ‘contrato envenenado’ porque carga mucho contra la masa salarial a partir de la tercera campaña del mismo. En el caso de Reaves, los números son así: 11,4 millones el primer año, para luego pasar a 11,9 el segundo curso y entonces dar un salto a 36,8 millones de dólares en el tercero y cerrar el viaje económico con 38,5 millones el cuarto curso de acuerdo. En total, algo más de 98 millones de dólares, prácticamente el doble de lo que pueden poner sobre el tapete los Lakers. Hornets, Jazz, Magic, Pacers, Pistons, Rockets, Spurs y Thunder son las franquicias que tienen margen suficiente para pensarse en hacer algo así.
¿Los Lakers sí podrían pagar esos 98 millones largos?
Claro que pueden, pero deben hacerlo si se da el caso de que alguna franquicia ofrezca los casi 100 millones de dólares por cuatro cursos. Ahí los Lakers, si lo desean, ejecutarían sus derechos de agente restringido sobre Reaves e igualarían la oferta y lo retendrían.
Así que técnicamente, de darse la situación, los Lakers podrían pujar y retener a Reaves. O también pueden sostenerlo si nadie hace propuestas y ellos lo renuevan por esos 50,8 millones de dólares.
Obviamente, esta última opción es la más viable y solvente para los californianos, pero no depende todo de ellos. Asumir 98 millones largos, por mucho que los dos primeros cursos sean más baratos, puede complicar el libro de salarios de unos Lakers que tienen 92 millones ya comprometidos para la 2023-24 en sólo cuatro jugadores: Lebron James (alrededor de 47 millones de dólares), Anthony Davis (40,6 millones), Jarred Vanderbilt (4,64 kilos) y Max Christie (1,7 millones). Si tenemos en cuenta que el tope salarial está para el curso que entra en 134 millones dólares y que aunque no ejerza las opciones sobre Malik Beasley y Mo Bamba, que liberarían casi 27 millones de dólares, deben acometer la renovación también de Rui Hachimura, que tampoco será barata, el panorama es para darle vueltas. Todo ello, si contamos que de una forma u otra atan a Reaves, proyectaría en sólo seis jugadores 120 millones de dólares, centavo arriba, centavo abajo. Los Lakers superaron el Impuesto de Lujo por 17 millones de dólares en la temporada que acaba de concluir, con lo que tuvieron que pagar el doble en concepto de multa.
Estos son los números y las ventanas económicas del futuro de un Reaves que, pare en el lugar que pare, se habrá ganado un contrato espectacular, ya sea por 50,8 millones o por casi 100.
(Fotografía de Harry How/Getty Images)
