Aquí publicamos la previa NBA 2024-25 Sacramento Kings. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.
Sacramento Kings
- Balance 23-24: 46-36 (9º Conferencia Oeste, eliminados en play-in)
- Entrenador: Mike Brown (tercera temporada en el equipo)
- Agentes libres más importantes en 2024: Trey Lyles, Jalen McDaniels.
- Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Sacramento Kings.
La plantilla
- Movimientos en el mercado: incorporaciones de DeMar DeRozan, Jalen McDaniels y Jordan McLaughlin, salidas de Harrison Barnes, Davion Mitchell y Sasha Bezenkov.
- Backcourt: De’Aaron Fox, Devin Carter, Jordan McLaughlin, Malik Monk, Kevin Huerter, Colby Jones, Keon Ellis, Isaiah Crawford (two way), Mason Jones (two-way).
- Frontcourt: DeMar DeRozan, Jalen McDaniels, Domantas Sabonis, Keegan Murray, Trey Lyles, Skal Labissiere, Alex Len, Orlando Robinson, Isaac Jones (two-way).
Así encaran la temporada
La temporada 23-24 fue para los Kings una especie de vuelta a casa tras la luna de miel. Un regreso al hogar con síndrome de las expectativas cumplidas. Tras años hablando de la maldición y de la interminable racha sin pisar playoffs, la franquicia puso fin a su drama particular en 2023 en lo que esperaba que fuese el primer paso de una nueva época. Y entonces llegó la vuelta a la rutina.
Resultó inevitable no sentir una cierta decepción al pasar del tercer puesto del Oeste en 2023 al noveno en 2024. De pelear hasta el Game 7 ante los vigentes campeones a caer en el play-in ante unos Pelicans sin Zion. Pero con un poco más de perspectiva, lo cierto es que sería injusto hablar del cambio de una temporada a otra en términos tan drásticos. La diferencia entre un curso y otro fue de solo dos victorias (de 48 a 46), pero los contextos fueron tan diferentes que esas dos victorias dieron lugar a dos escenarios radicalmente distintos.
La 22-23 fue una temporada extrañamente débil en el Oeste, seguramente la que más en muchos años, y los Kings aprovecharon esa especie de vacío de poder para encaramarse a los tres primeros puestos. Pero en la 23-24 volvió la carnicería. Emergieron nuevas potencias como OKC o Minnesota, resucitaron proyectos prometedores como Dallas y Clippers, y plantillas llenas de grandes nombres como Lakers y Phoenix fueron más consistentes que el año anterior. Y así, con un récord de 46-38 con el que habrían sido terceros 12 meses antes, los Kings se convirtieron en equipo de play-in. Un récord de 46-36 que, en un Oeste mucho más complicado, es debatible que sea incluso más meritorio que el 48-34 de 2023.
La cosa es que aferrarse a los méritos acostumbra a servir para poco más que darse una autocomplaciente palmadita en la espalda y buscar excusas para no tratar de avanzar. Y con lo que ha costado en Sacramento volver a ser una equipo de la zona alta o media-alta, no están para conformarse con tocar la primera ronda de playoffs un año y desaparecer de nuevo. Si todo el Oeste se había hecho mejor, les tocaba hacerse mejores a ellos.
Algo así debió ser la premisa que llevó a los californianos a hacerse con los servicios de DeMar DeRozan, quien llegó en un sign & trade que supuso la salida de Harrison Barnes, lo cual es sobre el papel una mejora notable del quinteto titular. El alero aportará al equipo una mayor capacidad de generar con balón, no dependiendo tanto de Domantas Sabonis como organizador, así como un gran talento en el clutch en el que puede formar una dupla letal junto a De’Aaron Fox. Pero aun con esas mejoras obvias, existen dudas con respecto a su encaje en el sistema del equipo.
Sacramento fue en 2023 el mejor ataque de la liga con un offensive rating de 118,6 puntos en 100 posesiones, algo que lograron en gran medida gracias a su rápido movimiento sin balón, a su alto volumen de triples y a su gran cantidad de puntos en transición. Y estos no son precisamente tres aspectos en los que DeRozan vaya a sumar. Es un jugador de movimientos más pausados, con un tiro exterior deficiente y poco dado al catch & shoot, lo que a priori podría resultar contraintuitivo en este equipo, pero lo cierto es que, con varios especialistas en estos campos, no es imprescindible que las incorporaciones sumen en ellos. Mientras, en apartados como el juego en el poste o los aclarados en media distancia la mejora es exponencial, lo cual puede aportar una nueva dimensión a un ataque que, manteniendo su filosofía del año anterior, ya fue menos efectivo en 2024.
El crecimiento de los jóvenes
Pero DeRozan no es la única mejora a la que pueden aferrarse estos Kings, que cuentan con dos perfiles jóvenes muy interesantes cuyo desarrollo puede marcar en gran medida sus aspiraciones. El primero de ellos es Keegan Murray, que viene de asumir un rol de mayor peso en su segunda temporada en la liga pero que paradójicamente podría ver reducida su contribución ofensiva en la tercera. Con la llegada de DeMar, cabe la posibilidad de que el alero se vea relegado a un rol más secundario y más limitado al de especialista en tiro exterior, lo cual, no obstante, no tiene por qué restarle importancia en ataque.
Su tiro de tres pasa de hecho a ser ahora más decisivo para el equipo, que dependerá más de él en esta faceta pero que a su vez podrá generarle mejores opciones. DeRozan, más prolífico cerca del aro y en la media distancia, tiene la capacidad de hacer que las defensas rivales jueguen algo más cerradas de lo que ha sido habitual para los Kings desde la llegada de Mike Brown, lo cual puede dar espacios a un Murray que habitualmente es defendido por el 4 rival. De modo que si consigue consistencia en un tiro exterior que ya ha demostrado poder ser bastante explosivo, puede hacer de esta una ofensiva más complicada aún de frenar.
Keon Ellis, por el contrario, parece capacitado para dar al quinteto un mayor equilibrio y convertirse en el especialista defensivo que los Kings no sabían que tenían. La temporada pasada emergió casi de la nada y se convirtió en titular tras la lesión de Kevin Huerter, y ahora mismo parece razonable suponer que puede seguir siendo el hombre que arranque los partidos junto a Fox incluso cuando Huerter esté de vuelta.
Su cierre de curso dejó un gran sabor de boca, gracias en gran parte a lo increíblemente correoso que puede ser en defensa tanto sobre balón como sin balón pero también porque demostró no limitarse solo a esa mitad de la cancha. Con un 45,9% de acierto en el triple desde que pasó a ser titular de forma consistente en marzo, demostró ser también una enorme amenaza si la defensa le concede demasiado espacio, y este será el año de confirmar si puede mantener esta tendencia a largo plazo. De hacerlo, puede estar llamado a hacer que los de Mike Brown se hagan un equipo más sólido atrás sin renunciar a la explosividad ofensiva que los catapultó a la zona alta de la liga la temporada anterior.
Dicho todo esto, el problema vuelve a ser el mismo: el resto. Si estos Kings estuvieran en el Este, sería mucho más fácil verlos regresando a las eliminatorias por el título incluso sin pasar por play-in. Pero en el Oeste no solo se encontrarán una batalla encarnizada contra los rivales que ya estuvieron por encima el año pasado, sino que hay otros que quieren recuperar su posición de privilegio como los Grizzlies o proyectos jóvenes deseando explotar como los Rockets. Que Sacramento será mejor equipo que en el curso 23-24 parece claro. Pero en esta conferencia, ser algo mejor que hace un año no garantiza nada.
El jugador a seguir
No será el mejor jugador ni el líder del equipo, pero DeMar DeRozan es la principal novedad y por tanto será su rendimiento el que más pueda marcar cuánto crece Sacramento. Asumiendo que Domantas Sabonis y De’Aaron Fox seguirán al nivel estelar que han mostrado en los últimos años, creer en estos Kings es creer en DeRozan y viceversa. Llega para evitar que la plantilla se estanque y para darle un nuevo impulso al proyecto, y ahora toca ver si lo consigue.
No es cuestión de repetir lo dicho antes sobre el encaje, pero sí será interesante ver hasta qué punto el sistema de Brown modifica su juego y hasta dónde es su presencia la que modifica el estilo del equipo. No siempre es fácil encontrar un punto medio en este aspecto, pero por suerte para ambos han tenido todo el verano para trabajar, amoldarse mutuamente y encontrar formas de potenciar lo que saben hacer sobre la pista. Ahora veremos cómo de efectivo es en relación a lo que eran los Kings hace unos meses.
Previa NBA 2024-25 Sacramento Kings, el pronóstico
El dúo Fox-DeRozan en el clutch va a ayudar a Sacramento a sacar adelante muchos de esos partido que se deciden en pequeños detalles. Y en una zona media tan enormemente pareja, van a ser precisamente los pequeños detalles los que marquen la diferencia entre el todo y la nada. Los veo incluso peleando por colarse entre los seis primeros puestos, pero finalmente creo que se van a quedar como cabezas de serie del play-in.
- Balance: entre 45 y 48 victorias.
- Posición: 7º del Oeste.
- El máximo al que aspiran: entrar directamente a playoffs.
- Si se tuercen las cosas: verse superados hasta el punto de caer fuera del play-in. Es difícil, pero así de duro está el Oeste.
Anterior equipo: Miami Heat. Próximo equipo: Golden State Warriors.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)
