DeAndre Ayton: una reivindicación desde la calma

«Voy a comenzar diciendo que el tiro ganador fue de Jae Crowder. Fue un pase excelente». Ese es DeAndre Ayton. No le verás dándose golpes ...

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Por Álvaro Arenillas

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«Voy a comenzar diciendo que el tiro ganador fue de Jae Crowder. Fue un pase excelente». Ese es DeAndre Ayton. No le verás dándose golpes en el pecho. Tampoco lo encontrarás realizando grandes aspavientos sobre el parqué. Su estilo es otro. Quizás por ello ha provocado durante los primeros compases de su carrera cierto rechazo –porque así es–. Mientras otros despegaban entre las estrellas, él parecía destinado a pasar años a la sombra. Pero ese rincón, esa calma, ha terminado por dar paso a un jugador que ha despegado en sus primeros playoffs. Ayton, para muchos el punto débil de Phoenix hasta hace bien poco, es ahora uno de los referentes de uno de los finalistas de la Conferencia Oeste.

Como número 1 del draft de 2018, la exigencia con este chico formado en la Universidad de Arizona era y es máxima. En su primer curso, el de novato, firmó unos elocuentes 16,3 puntos y 10,3 rebotes en 30,7 minutos por noches. La estadística le sonreía, pero no era suficiente para silenciar la ola que llegaba tanto desde Dallas con Luka Doncic (nº3 del draft) como desde Atlanta con Trae Young (nº5). Cada poco tiempo se hablaba del error de Phoenix, cómo habían dejado la posibilidad de hacerse con los servicios de un All-Star que podía acompañar a Devin Booker y formar una pareja letal en el backcourt. Y por si faltaba algo, nada más comenzar la campaña 2019-20 era suspendido 25 partidos por dar positivo en diuréticos.

La sanción, los malos resultados del equipo, las críticas a su juego… Todo parecía remar en su contra mientras ya incluso algunos hablaban de cuál debería ser el ajuste en el equipo pensando en su salida… Tal apreciación parece hoy una simple locura. Ayton, quien admite que por momentos su ética de trabajo no fue la mejor (iba poco o nada a los entrenamientos voluntarios del equipo), parece haber encontrado su lugar en el momento idóneo para ser el ancla interior que necesitaban los Suns. Anoche, en el segundo partido de las finales del Oeste ante los Clippers, firmó 24 puntos y 14 rebotes para ser además quien logró la canasta ganadora al completar un alley-oop en el último segundo. Fue un momento de gloria, un instante en el que reivindicó su puesto en el equipo; eso sí, lo hizo sin locuras, con tranquilidad, como acostumbra.

Sin duda esa canasta es uno de los grandes momentos de esta postemporada, y probablemente será aún más importante en la carrera de Ayton, pero la cuestión es que este center no está siendo un jugador de instantes, sino que está mostrando una regularidad y madurez que –vamos a admitirlo– ha sorprendido enormemente. No se trata de que creyésemos más o menos en él o que descartáramos que fuese capaz de hacer partidos a este nivel, pero sí que costaba vislumbrar que su juego sería firme como una roca.

Superando a Barkley

No lo estamos comparando con Charles Barkley, pero los números dicen lo que dicen. Con el de anoche DeAndre Ayton acumula hasta cinco partidos de al menos 20 puntos y 10 rebotes con al menos un 65% en tiros de campo en los presentes playoffs; tales guarismos solo habían sido alcanzados en la historia de los Suns por Barkley, quien lo hizo en cuatro encuentros durante los playoffs de 1993. Sí, a Ayton le queda mucho para estar a la altura de ‘el gordo’, pero de igual manera podemos decir que está en camino de ser un gran jugador.

Y hay más. Ha pasado de hacer 14,4 puntos y 10,5 rebotes en temporada regular a firmar 16,3 puntos y 10,8 rebotes en playoffs, y todo ello mientras firma ocho dobles-doble en 12 partidos consiguiendo un 72,6% en tiros de campo (90 de 124). Tal porcentaje es el mayor de la historia de la NBA para cualquier jugador en playoffs habiendo hecho al menos 100 lanzamientos. Y seguimos para bingo, ningún otro jugador en la historia de la Liga promedia al menos 15 puntos en la postemporada superando el 60% de acierto en el tiro.

Trabajando desde el pick-and-roll

Monty Williams ha realizado un gran trabajo con Ayton. Al llegar a la NBA se tiene la costumbre de intentar que un chico joven aprenda a hacer de todo. Ahora no hay especialistas a la antigua usanza, sino jugadores que anotan, tiran de fuera, rebotean, crean juego… Por ello, con Ayton se tuvo la noción de tratar de inculcarle ese juego global. El plan ha cambiado, y para bien. A veces en la simplicidad está la solución, y ese es justo el camino que han tomado en Arizona. El head coach de los Suns ha señalado que conocen las muchas cualidades de su pívot, pero más allá de ello le ha pedido que centre sus esfuerzos en tareas específicas como cerrar los rebotes, poner bloqueos duros o atacar el aro rival en pick-and-roll. Ayton ha recogido el guante.

Ver a Chris Paul o Devin Booker anotando desde la media distancia tras un bloqueo de Ayton se ha convertido en tradición esta postemporada. Si el pívot rival no sale con decisión, los pequeños castigan en suspensión. Si el hombre grande del rival van con determinación sobre un miembro del backcourt, Ayton vuela hacia el aro. En lo que va de playoffs Ayton es el séptimo jugador que más acciones finaliza en pick&roll con 3,3 por partido. Además, genera 1,47 puntos por posesión, lo que supone que tenga la segunda mejor marca solo por detrás de Bam Adebayo. Sí, Ayton puede no ser espectacular en momentos puntuales, pero en el desarrollo su eficiencia está fuera de toda duda.

La influencia de Chris Paul

Phoenix ha recuperado el sabor añejo del baloncesto. No decimos que su juego no sea actual, que lo es, sino que ha puesto en valor una fórmula que por momentos había quedado en un segundo plano. DeAndre Ayton ha crecido, cierto, pero no es casualidad que lo haya hecho de la mano de Chris Paul, un verdadero playmaker. Con CP3 a su lado, el center solo tiene que preocuparse de poner el bloque en el momento preciso, ya que el balón le llegará siempre en hora y lugar correctos. Cuando hablamos de alimentar al hombre grande, justo eso es lo que hace Paul como casi nadie. Y sí, Ayton ha tenido que poner de su parte y centrarse en trabajar y mejorar, pero hacerlo cuando tienes a tu lado a alguien como Paul, ayuda en gran medida.

La aportación de Ayton a estos Suns que apuntan a las Finales es fantástica, y más crece si echamos un ojo a sus números. Ayton es mucho más Ayton que hace unos meses. Ahora es un jugador que desprende seguridad y ante el que cualquier rival debe trazar un plan de contención. Ha crecido. Es clave en un conjunto que aspira al anillo. Y sí, lo ha hecho sin necesidad de sacar pecho ante los micrófonos o con gestos durante los partidos. Ayton solo habla con baloncesto.

(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)

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