El momento de leer la previa NBA 2024-25 Dallas Mavericks. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.
Dallas Mavericks
- Balance 2024-25: 50-32 (5º Conferencia Oeste)
- Entrenador: Jason Kidd (4º año)
- Agentes libres más importantes en 2025: Quentin Grimes, Jaden hardy, Kyrie Irving (opción de jugador).
- Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Dallas Mavericks.
- La franquicia: El origen de Dallas Mavericks.
La plantilla
- Movimientos en el mercado: salida de Derrick Jones Jr., Hosh Green y Tim Hardaway Jr.; llegadas de Klay Thompson, Quentin Grimes, Naji Marshall y Spencer Dinwiddie (también Kessler Edwards).
- Backcourt: Luka Doncic, Kyrie Irving, Jaden Hardy, Dante Exum, Quentin Grimes, Spencer Dinwiddie.
- Frontcourt: Klay Thompson, P.J. Washington, Olivier-Maxence Prosper, Markieff Morris, Maxi Kleber, Dereck Lively, Daniel Gafford, Dwight Powell.
Así encaran la temporada
Hay pocos equipos de los que se haya hablado más que de los Dallas Mavericks este verano. Y con razón. Después de llegar a las terceras finales de su historia, el equipo texano ha tenido claro que tenía que hacer retoques. Porque su éxito, basado en su estelar pareja perimetral y una defensa interior surgida al calor del cierre de mercado de invierno, corría el peligro de ser fruto del mérito propio en similar medida que de la igualdad reinante en un Oeste que se quedó sin rey.
Su verano ha sido excelente, ampliando lo que ya les hizo finalistas, sacando a jugadores que se habían quedado cortos para los objetivos que se manejan y solventando bien alguna baja delicada. Klay Thompson es una clara mejora con respecto a Tim Hardaway Jr. como tercer jugador con más puntos en las manos de la plantilla. Naji Marshall es un gran sustituto de Derrick Jones Jr. una vez se supo la marcha del alero. Y Quentin Grimes seguramente sea más necesario para los actuales Mavs que Josh Green, quien redundaba con la aparición de Dante Exum. Ahora solo falta que las apuestas salgan de la forma esperada.
Colocando la compra
Porque a pesar de lo expuesto, cabe la posibilidad de plantear la duda de si estos Dallas Mavericks son mejores que los del curso pasado tras el trade deadline. Sobre el papel, Thompson es la figura perfecta que situar al lado de Kyrie Irving y Luka Doncic por el espacio que les va a proporcionar. Ahora bien, introducir un ego como el suyo y un tercer hombre de línea exterior con limitaciones defensivas puede acabar resultando problemático. Estos mismos asuntos son los que sacaron a Klay de algunos cierres de partido y le relegaron al banquillo el pasado curso con los Warriors. Y si llega el momento de tener que elegir entre Doncic, Irving y Thompson, no es necesario señalar quién será el sacrificado.
Aquí sale a relucir la figura de Jason Kidd, que más allá de algunas decisiones reprobables que siempre acaban apareciendo a lo largo de la temporada, es un experto en la gestión de vestuario. El exjugador tiene suma facilidad para ganarse la aprobación de las superestrellas, lo cual será clave en ver a un Thompson que acepte el rol que se le acabe dando. Pues aunque haya mencionado el intercambio por THJ, realmente a quien sustituye en el quinteto es a Jones Jr., un jugador de características diametralmente opuestas y que fue muy importante en el buenhacer del conjunto texano.
Naji Marshall, la pieza más parecida del roster a DJJ, en realidad es una ostensible mejora ofensiva con respecto al alero que ahora militará en los Clippers. El ex de los Pelicans viene de promediar un 38% desde el triple con un volumen de 4,3 triples intentados por 36 minutos. Siendo un alero que puede crear ventajas desde el bote e incluso generar juego para el resto. Obviamente, carece de la amenaza vertical de Jones Jr., pero su inteligencia permite imaginarle en situaciones de bloqueo donde convenga involucrar a su defensor. En el apartado defensivo quizás no esté tan preparado para defender a las estrellas exteriores rivales, pero en general es un defensor infravalorado y que puede soportar el envite de jugadores más corpulentos que él.
El segundo de los Lively
Con todo lo dicho, cuesta sacar de la cabeza la idea de que el mayor salto de nivel del equipo podría darse a nivel interno. Dereck Lively II, por rocambolesco que suene, comenzará su segunda temporada en la NBA. Un jugador que llegó a la liga desde Duke con fama de estar aún un poco verde y que se ha comportado como un veterano prácticamente desde el primer día. Lively ya es todo lo que le va a hacer diferencial en la mejor competición de baloncesto del mundo. Un rim-runner capaz de bajar casi cualquier balón de los cielos, excelso en el bloqueo y en la toma de decisiones tras el mismo. Así, a secas, es ya el interior que tanto soñó Luka Doncic.
A ese chasis ofensivo solo falta pulirlo en asuntos como el tacto en la finalización y el desempeño de espaldas al aro para tener a un interior definitivo a la hora de castigar ventajas de emparejamiento. Esto y el triple que ha jurado desarrollar pero que de momento no es una prioridad, «antes quiero dominar mis puntos fuertes», ha dicho en varias ocasiones, le convertirían en un arma definitiva al lado de un generador generacional como Luka. Pero es que insuflando su actual perfil ya debería elevar el techo y suelo del equipo. Sobre todo defensivamente. Ahí es mucho más capaz que Daniel Gafford de mezclar las labores de ancla con la supervivencia a siete metros del aro. Quizás fuese demasiado para un rookie, pero este año Lively debería jugar 30 minutos por decreto.
El jugador a seguir
El texto todavía no ha referido a Luka Doncic de manera directa y, sin embargo, es el jugador al que más se menciona junto con Klay Thompson. Siendo francos, la presencia del esloveno se nota incluso en su ausencia. Pocos jugadores pueden explicar desde la más pura individualidad el devenir de una conferencia o una competición entera. Doncic es de esos pocos. Lo curioso es que el momento de auparle al fin a ese primer escalón en el que compite con Nikola Jokic por ser el mejor del mundo (hablando en términos de percepción general y debate mediático), le ha llegado en una postemporada floja para sus estándares.
En los pasados playoffs Luka promedió menos puntos que en todas sus apariciones previas. Menos asistencias que en 2021 y 2020 y menos rebotes que en 2022 y 2020. También ha sido su postemporada de porcentajes más bajos de acierto. Con todo y con ello acabó liderando los playoffs en puntos, asistencias, rebotes y robos (quizás sí haya sido su mejor comparecencia defensiva de carrera). Esa es la magia de Luka.
Dicho descenso estadístico no viene solo del hecho de compartir pista con Kyrie Irving y, por tanto, de deliberar en él. Proviene también del castigado estado físico que sufrió durante todos los playoffs y de valles inusuales en la toma de decisiones. Esto viene a decir que, aunque probablemente los Mavericks no hubiesen podido mirar de tú a tú a Boston con un Doncic al 100%, su actual versión aún tiene un par de marchas más porque Doncic las tiene.
Por esa misma idea de que a Doncic se le da por hecho porque estando sano ha acostumbrado al espectador precisamente a eso, creo que el punto de mira para determinar las aspiraciones de Dallas este año no debe estar tanto en el balcánico. No sé cuántas veces he hecho lo mismo que acabo de hacer en esta serie de hablar de la estrella del equipo para acabar desviando la mirada a la coestrella.
La fundación de estos Mavs, obviamente, está en Luka y el armazón defensivo que Nico Harrison ha construido a su alrededor. Sobre todo en base a la figura que P.J. Washington representó a partir del parón del All-Star. No obstante, lo que les convierte en aspirantes de forma definitiva es sumar un talento como el de Kyrie Irving a la ecuación. Por momentos el mejor jugador del equipo en los últimos playoffs.
El caso de Irving ha dado para escribir largo y tendido sobre su aclimatación, papel de líder y redención. De puertas hacia adentro hablan de Kidd, Doncic y Harrison como pilares de esa mesura que hace no tanto parecía inalcanzable. Hasta el punto de que ahora lo disruptivo parece pensar que el base volverá a las andadas. No va tanto por ahí situarle en el centro neurálgico del devenir de estos Mavs.
Sí más por las dudas que pueden emanar de un base de sus características que ya ha cumplido 32 años y que, lo cierto, es que ha funcionado como un tiro gracias a dosificarse visiblemente durante los partidos. Esto no es un desafío a Irving y su estatus o rendimiento. Es más plantear que lo normal es que el techo competitivo del equipo, más allá de nuevas caras y crecimiento interno, pasa por ver a un Irving similar al de 2024. Y, si no termina asomando esa versión, discernir hasta qué punto los Mavericks están armados para solventarlo gracias a la estructura que han logrado construir en tiempo récord durante los últimos doce meses.
Previa NBA 2024-25 Mavericks, el pronóstico
Todo lo que ha pasado en el Oeste durante el verano empuja a afianzar a los Dallas Mavericks en la zona noble de la conferencia. Cabe recordar que el año pasado se plantaron en las finales como quintos durante la temporada regular. Pero todo apunta a que, con las salidas acontecidas en Clippers, Timberwolves y Nuggets, los texanos están en una posición inmejorable para meterse entre los tres primeros. Las 55 victorias no son imposibles, aunque creo que se quedarán en 53.
Próximo equipo: New York Knicks.
(Fotoggrafía de portada de Tim Heitman/Getty Images)