Llega la previa NBA 2024-25 Golden State Warriors. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.
Golden State Warriors
- Balance 23-24: 46-36 (10º Conferencia Oste, clasificados para el play-in).
- Entrenador: Steve Kerr (11ª temporada en el puesto).
- Agentes libres más importantes en 2025: Jonathan Kuminga (restringido), De’Anthony Melton, Gary Payton II.
- Historia: Los jugadores más importantes de la historia de los Golden State Warriors.
La plantilla
- Movimientos en el mercado: salidas de Klay Thompson y Chris Paul, incorporaciones de Kyle Anderson, De’Anthony Melton, Buddy Hield y Lindy Waters III.
- Backcourt: Stephen Curry, Gary Payton II, De’Anthony Melton, Buddy Hield, Moses Moody, Brandin Podziemski, Pat Spencer (two-way), Reece Beekman (two-way).
- Frontcourt: Andre Wiggins, Lindy Waters III, Gui Santos, Kyle Anderson, Jonathan Kuminga, Draymond Green, Trayce Jackson-Davis, Kevon Looney, Quinten Post (two-way).
Así encaran la temporada
Estamos muy posiblemente ante los Warriors con menos aspiraciones de la era Kerr. Sí, menos que los de 2020. Porque aunque en retrospectiva recordamos de forma muy diferente a aquel equipo que ganó 15 partidos y perdió 50, hasta la lesión de Curry en el cuarto partido del año las perspectivas eran muy distintas y las predicciones apuntaban a un equipo que podía estar entre los siete u ocho primeros. ¿Está este equipo para apuntar a esas posiciones?
Es una pregunta muy difícil de contestar. La respuesta instintiva es un vago y poco comprometido ‘por ahí andará’, pero es una frase que en realidad resume muchas cosas y transmite mucho escepticismo, tanto propio como ajeno. Ajeno porque hay muchos equipos que van a estar en un puño y es probable que una o dos victorias marquen la diferencia entre el todo y la nada. De hecho, los pronósticos de ESPN prevén solo cuatro partidos de diferencia entre el sexto clasificado (Sacramento, 47-35) y el 12º (Clippers, 43-39). Es decir, la diferencia entre entrar directo a playoffs y no jugar ni play-in puede ser una lesión de una semana de un jugador importante.
Y también hay escepticismo propio porque hay muchas preguntas que hacerse con respecto a estos Warriors. Preguntas de las que van a depender más de cuatro victorias y que determinarán si estamos a un equipo con aspiraciones reales o ante el verdadero declive de la dinastía.
El nuevo socio de Curry
Klay Thompson no está. Esta es seguramente la frase que tendría que haber abierto el análisis pero era necesario un contexto con el que curarse en salud y que nos permita recordar que ya dijimos que era muy complicado si no se cumple nada de lo pronosticado. Tras 13 años juntos (11 si tenemos en cuenta las dos temporadas que se perdió Klay por lesión), los Splash Brothers ya no compartirán habitación y Golden State tendrá que buscar la manera de sobrellevar el síndrome del nido vacío. O dicho de otra manera, de encontrar un nuevo compañero para Stephen Curry en el backcourt.
Kerr ha reconocido recientemente que no tiene claro todavía cómo ajustará la rotación, y quién puede culparle viendo la cantidad de opciones que tiene para elegir. Por tanto, antes de tomar la decisión, el técnico deberá plantearse qué busca en su nuevo escolta titular.
Adscribiéndose al perfil de tirador de Klay, el cambio más ‘hombre por hombre’ sería dar la titularidad a Buddy Hield, una de las nuevas incorporaciones del equipo. Aunque de perfil más bajo que Thompson, el bahameño es un excelente lanzador exterior al que de hecho se olvida injustamente muchas veces a la hora de hablar de hitos en el tiro exterior (solo Curry tiene más temporadas con +250 triples anotados que él). Por lo que, aunque no es en realidad un jugador tan parecido a Klay, sería lo más parecido a una opción continuista.
Si el objetivo es equilibrar más el quinteto con un perfil algo más defensivo, la apuesta podría ser otro recién llegado como De’Anthony Melton, de perfil más disruptivo pero que también puede lanzar con eficacia desde el exterior si se le deja espacio. De alguna manera, sería el experto defensivo del backcourt que Thompson era antes de su lesión, dando al equipo un point of attack más sólido y haciendo menos explotable las debilidades de la pareja exterior en este lado de la pista. De hecho, viene de ser titular en el primer amistoso de pretemporada y Kerr reconoció estar encantado con su rendimiento, pero estas cosas pueden cambiar de un día para otro.
Si, por otra parte, lo que se busca es poner en pista al mayor talento, habría que decantarse seguramente por Brandin Podziemski. El joven escolta, elegido en el mejor quinteto de novatos de la temporada pasada, parece llamado a convertirse en un gran jugador y en una de las piezas de futuro del equipo, y darle la titularidad sería la manera de reconocerle ese peso y de ayudarle a crecer junto a Curry.
Y luego está Moses Moody, un jugador del que es fácil olvidarse porque hasta Kerr parece pasarlo por alto en ocasiones. Incluso si ha firmado muy buenas actuaciones en las que se ha revelado como un 3&D de verdadero potencial, las incorporaciones de Melton y Hield parecen responder a una falta de confianza en él que se ha ido denotando en los últimos cursos, en los que ha sufrido para mantenerse como miembro regular de la rotación. Viene de su año con más presencia en pista y tiene cosas que aportar, pero desde luego se antoja como la alternativa menos probable.
Hay pues varias opciones, pero la cosa es que ninguna parece ideal. Podziemski es aún muy joven y, aunque su temporada de rookie ha sido muy positiva, sería osado dar por sentada una explosión de nivel, mientras que Hield y Melton tienen un perfil mucho más de hombre de rol que de figura de referencia que deja al equipo algo cojo. Y eso nos lleva al segundo punto.
Kuminga… ¿o si no quién?
Uno de los grandes problemas al que se ha enfrentado el equipo en los últimos años es a su dependencia masiva de Curry en ataque. Steph está rodeado de buenos jugadores de rol, pero la cantidad de jugadores capaces de crearse su propia canasta ha ido mermando de forma preocupante hasta el punto de que encontrar generación ofensiva en esta plantilla empieza a resultar un reto. Y las bajas de este verano no han ayudado precisamente.
Klay no era precisamente un perfil al que dar el esférico en el uno contra uno, pero desde su movimiento sin balón sí era capaz de generar situaciones para sí mismo o desajustes en la defensa que abrieran espacios a sus compañeros. Chris Paul no viene de su temporada más inspirada, pero sí era un jugador al que no le quemaba el balón en las manos y que podía organizar la ofensiva con él. Y, aunque haya que remontarse un poco más atrás y hoy en día sea un jugador denostado y convertido en meme en redes sociales, la marcha de Jordan Poole dejó un hueco en materia de creación con balón que no se ha llenado todavía.
Esto supone que hay un vacío en el segundo escalafón de los Warriors que alguien tiene que ocupar. Y ahora mismo hay varios candidatos pero ninguno destaca en exceso sobre el resto. Pero hay uno que parece que podría hacerlo si le dejaran.
Jonathan Kuminga ha tenido sus más y sus menos con Steve Kerr, que lo ha mantenido siempre algo maniatado hasta el punto de que el alero llegó a pedir el traspaso a principios de año. Pero a su vez, cuando le ha soltado un poco la correa ha quedado claro que este perro muerde, y ahora mismo Golden State necesita algo así. Darle galones al alero y pedirle que sea el segundo anotador que el equipo necesita es algo que Kerr debe barajar este año más que nunca, pues si consigue mantener o incluso mejorar su nivel de la segunda mitad de la temporada pasada (19,1 puntos por partido entre enero y marzo) el panorama cambia bastante.
Y es que si no es él, ¿quién puede asumir ese rol? Podziemski es seguramente el mejor atacante con el balón que queda en la plantilla, pero volvemos a encontrar en él varios aspectos que pueden generar más dudas. Su corta edad, su rol más similar al de Curry o el hecho de que no esté claro aún si va a ser titular o suplente hace más complicado apostar por él como esa segunda espada, de modo que, aunque está llamado a tener un innegable peso en el equipo, quizás no sea él quien tenga que asumir los galones para llenar el hueco en ataque.
Y luego está Wiggins. Ya hablaremos de él un poco más adelante (perdón por el spoiler irrelevante), pero lo cierto es que incluso si sobre el papel puede ejercer este rol, tal vez no sea lo ideal para los Warriors que así ocurra. Su mejor versión se ha dado curiosamente cuando no ha tenido que ser un jugador eminentemente anotador, por lo que seguramente sea recomendable buscar una alternativa en la que el canadiense pueda, sin renunciar por completo a su faceta ofensiva, servir como pegamento y aportar en más áreas.
En resumen, Kerr tiene un gran reto a la hora de reajustar tanto la rotación como los galones de la plantilla de cara a este curso. Y gran parte del posible éxito de los Warriors pasa por ahí. Si da con la tecla, podrá sacar partido a una plantilla que tiene herramientas para ser peligrosa. Pero no parece sencillo terminar de empastar todas estas piezas y optimizarlas en un equipo que plante cara a los mejores de la liga.
La cabeza de Draymond
Los últimos dos cursos han sido como mínimo convulsos para los Warriors, y aunque personificar este tipo de problemas en un único jugador suele ser como mínimo osado, en este caso es inevitable centrarse casi exclusivamente en Draymond Green. En 2022, generó el inicio de pretemporada más accidentado posible propinando un puñetazo a Jordan Poole en un entrenamiento, y aunque el equipo fue a más con le paso del año dio la sensación de nunca recuperarse de aquello. Y en 2023, aunque la franquicia intentó barrer la basura bajo la alfombra con el traspaso de Poole, no fue suficiente para dar carpetazo al asunto.
El ala-pívot se perdió un total de 21 partidos por suspensión entre noviembre y enero, generando una dinámica que prácticamente impidió que el equipo se viera en una situación normal por segundo año consecutivo. Y si sus salidas de tono (por usar algún eufemismo) eran ya problemáticas cuando eran un súper equipo y la cosa iba rodada, ahora que los californianos cuentan con un plantel mucho más limitado este tipo de incidentes son mucho más difíciles de asumir.
Green es un jugador vital para los Warriors, tanto por su contribución defensiva como por su capacidad para organizar el juego en ataque. Pero está llegando peligrosamente a un punto en el que sus pros están dejando de compensar sus contras. Y eso no puede ser así este año. Como uno de los hombres veteranos de la plantilla, necesita saber centrarse en jugar a baloncesto, que lo sabe hacer de maravilla, y dejarse de generar conflictos externos que lastren a la plantilla tanto dentro de la pista, generando la ausencia de una de sus piezas más importantes, como fuera de ella, desestabilizando el ambiente del equipo.
El jugador a seguir
Andrew Wiggins ha cumplido las expectativas con las que llegó a la NBA durante una única temporada de su carrera. Y con eso, a los Warriors les dio para ser campeones de la NBA.
Si algo nos ha demostrado su trayectoria, es que apostar por Andrew Wiggins ofrece tantas garantías como apostar por una moneda lanzada al aire. Una moneda que aparentemente está trucada y en la que la cruz sale con demasiada frecuencia. Pero la temporada 21-22 nos recuerda que la cara está ahí. Y ya vimos lo que pasa cuando sale cara.
Así como con Curry podemos confiar en su nivel estratosférico, hay muchos jugadores en la plantilla de Kerr de los que cuesta saber qué esperar este año, pero ninguno puede definir tanto las aspiraciones del equipo como el alero canadiense. Aspectos como su tenacidad y versatilidad defensiva, su agresividad a la hora de atacar el aro o incluso su acierto en el tiro exterior han ido y venido durante las últimas dos temporadas, en las que ha habido más simas que picos y en las que ha sido difícil mantener la fe en él incluso para los más devotos. Pero las calles no olvidan…
Las calles no olvidan al Wiggins que llegó a pelearle a Curry el MVP de las Finales de Conferencia y de las Finales, el que se adaptó cada noche a lo que el equipo requiriera de él en cada partido y firmó exhibiciones ofensivas, defensivas, reboteadoras y habría brillado pasando la mopa si hubiera hecho falta también. Un jugador con el que el mundo se había rendido encontró de repente un contexto que tapaba sus carencias y potenciaba sus virtudes, y nos permitió ver cumplida aquella promesa que se nos hizo en 2014. Una realización que, sin embargo, tuvo una fecha de caducidad muy corta.
Ante esto solo queda preguntarse si volveremos a ver a ese Wiggins. Porque si ocurre, de repente estos Warriors en los que es fácil encontrar muchas grietas pasan a tener un pegamento ideal con el que cubrirlas y empiezan a dar mucho más miedo. Quedan pocos, pero aún hay algunos que esperan la segunda venida del alero. Ahora mismo, parece que solo él puede dar a Curry un aliado con el que volver a soñar.
Previa NBA 2024-25 Golden State Warriors, pronóstico
Hay mimbres para hacer cosas en este equipo y si Curry mantiene su nivel cuesta verlos caer tanto como para no estar ni siquiera en postemporada. Y a la vez, la plantilla no tiene tanto talento como para concebirlos en la zona alta. Pero lo dicho, están en esa zona en la que 2-3 triunfos más o menos te catapultan o te sentencian. Por ahora parecen carne de play-in.
- Balance: Entre 42 y 46 victorias.
- Posición: 8º del Oeste.
- El máximo al que aspiran: un resurgir tras dos años complicados que les lleve de forma directa a playoffs.
- Si se tuercen las cosas: se pueden quedar fácilmente fuera de play-in.
Anterior equipo: Sacramento Kings. Próximo equipo: Orlando Magic
(Fotografía de portada: Jared C. Tilton/Getty Images)