Rebote ofensivo: Una ‘moda’ más vieja que el baloncesto

El porcentaje de rebote ofensivo de esta temporada registra datos inauditos desde la temporada 2014-15. Casualmente (no) el curso en el que Golden State lo ...

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Por David Sánchez

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El porcentaje de rebote ofensivo de esta temporada registra datos inauditos desde la temporada 2014-15. Casualmente (no) el curso en el que Golden State lo cambió todo y dos temporadas antes de la llegada de Mike D’Antoni a Houston. Los equipos están capturando un 24,1% de las opciones en el tablero rival, que superan ampliamente el 23,2% de la campaña pasada, que ya supuso una subida, y parecen dejar atrás el extremo cuidado de la transición defensiva que pontificaba dejar de cargar el rebote.

Las capturas ofensivas nunca han dejado de ser un factor. En estos años se ha visto a jugadores como Bismack Biyombo firmar abultados contratos por hacer pesar su presencia en los tableros en series de playoffs. Y figuras como Andre Drummond, Hassan Whiteside, DeAndre Jordan o Rudy Gobert deben parte de su carrera a su facilidad en estas lides. 

Pero en una liga donde cada vez se tiran más triples, el rebote largo incide demasiado en el control que se puede ejercer sobre esta parcela, invitando a los equipos a ser conservadores en lugar de tratar de dominar el azar. No es que se cogiesen menos rebotes ofensivos, es que el incremento de las posesiones que se juegan por partido provoca que estos supongan una menor parte del juego. 

Relación de triples lanzados/porcentaje rebote ofensivo desde la 14-15

Por primera vez en mucho tiempo, hay tres equipos que están cerca de capturar el 30% de los rebotes disponibles en ataque. Sin embargo, ni todos los conjuntos avezados en este arte llegan a él por las mismas vías, ni dominarlo implica ser un buen equipo. 

Un consuelo a la pobreza ofensiva

Varios de los peores ataques de la liga se encuentran entre los diez equipos que mejor controlan el rebote ofensivo. Rockets, Spurs y Hornets ocupan a la vez el top diez en porcentaje de capturas en ataque y son los tres ataques menos eficientes de la liga. Houston tiene severos problemas espaciales en ataque y su falta de sinergias o comportamientos colectivos en ataque provoca que sea más fácil para ellos conseguir tiros abiertos gracias a segundas oportunidades que a través del juego en sí mismo. Alperen Sengün es un factor en los tableros, pero estas dinámicas se hacen aún más evidentes con la segunda unidad en pista, donde Usman Garuba y Bruno Fernando están devorando cada balón suelto.

EQUIPOS%REB. OFE.RATING OFENSIVO
Houston Rockets29,3 (1º)109,7 (29º)
San Antonio Spurs26,4 (9º)110,7 (28º)
Charlotte Hornets25,9 (10º)109,6 (30º)

Charlotte y San Antonio sí tienen algo más de estructura ofensiva, pero carecen de jugadores que hagan la diferencia a media cancha. Sumando ambas plantillas, solo LaMelo Ball es un generador de ventajas consistente en el cinco contra cinco, y por ello son dos equipos que intentan correr a la mínima oportunidad —los Spurs son cuartos en posesiones por partido y los Hornets décimos—. Parte de su eficacia en el rebote nace de ese caos que buscan generar para aprovechar que la defensa aún no está asentada. Jacob Poeltl en San Antonio y Nick Richards en Charlotte están entre la élite de la liga, pero ambos conjuntos suman varios exteriores que atacan el rebote con vehemencia en lugar de permanecer abiertos.

Milwaukee, el intruso de la élite

Del resto del top diez en porcentaje de rebote en ataque, solo Milwaukee está por debajo de la media de la liga en eficiencia ofensiva. Sin Middleton y habiendo sufrido varias bajas importantes, a los Bucks les está costando un mundo lograr canastas fáciles a media pista. Resulta extraño en un conjunto con el tercer máximo anotador de la liga y con varios jugadores autosuficientes a su alrededor. Pero el equipo de Wisconsin es demasiado dependiente del triple y Giannis está empezando a empeorar sus porcentajes por la carga de responsabilidades y la tralla física que lleva encima. En parte por esto Mike Budenholzer ha recurrido muchas veces a alinear tres interiores en sus quintetos.

La combinación entre Antetokounmpo, Portis y Lopez ya daría muchos quebraderos de cabeza por un mero asunto de tamaño. No obstante, la gran diferencia es que los tres atraen muchísima atención estando lejos del aro. Brook y Bobby por su amenaza al tiro y Giannis por ser Giannis. Provocando así que los interiores rivales estén fuera de la zona en muchas posesiones. No por nada son uno de los conjuntos que más reparte su cuota de capturas ofensivas y solo Portis supera el 10% en tablero rival. Se ha convertido en costumbre que el jugador que espera en esquina ataque el rebote como un kamikaze cuando ve volar el balón.

JUGADOR% REB. OFE.
Bobby Portis10,4
Brook Lopez7,3
Giannis Antetokoumnpo7,2
MarJon Beauchamp6,8
Wesley Matthews5,2
Jordan Nwora4,6
Jrue Holiday4
Grayson Allen3,6
Pat Connaughton2,9

Los Bucks pasan por un momento algo bajo, y tampoco están logrando generar puntos en segunda oportunidad —décimos de la NBA— a la altura de lo que indica su dominio en el rebote ofensivo. Ni siquiera consiguen transitar como en otras temporadas, basando su tercera posición en el Este en una excelsa defensa.

A la guerra en solitario

Dos de los equipos que ocupan el top tres, Memphis (2º) y Nueva York (3º), basan su dominio en el rebote ofensivo en una sola figura a la que sumar pequeños contribuidores. Steven Adams (19,5%) y Mitchell Robinson (17%) son los dos jugadores que mayor porcentaje de capturas en ataque amasan en la liga. Adams es el gran tirano de este arte en los últimos tiempos, siendo prácticamente inamovible una vez gana posiciones interiores y dando la sensación de recoger rechaces sin esfuerzo alguno. El año pasado, un reportero de los Grizzlies le preguntó por la comparación con Dennis Rodman y su conocido estudio de los ángulos y los efectos del balón a la hora de posicionarse para el rebote. Adams contestó que «simplemente me coloco en el lado opuesto del que proviene el tiro. Soy demasiado estúpido como para llegar al nivel de Rodman».

Memphis quizás sea el equipo que más conscientemente actúa en base al don de su pívot, reaccionando con mucha rapidez después de cada captura en aras de conseguir canastas fáciles —cuarto mejor equipo en segundas oportunidades—. Los Knicks funcionan de forma similar, pero exportan esa figura a cualquiera de los quintetos que esté en pista. Robinson está protagonizando su mejor temporada de carrera en el rebote ofensivo, aprovechando que Randle y Brunson son dos jugadores que lanzan muchos tiros interiores y en una media distancia cercana al aro que facilita la tarea del pívot barriendo balones. Pero, además, Isaiah Hartenstein y Jericho Sims están haciendo un encomiable trabajo —ambos por encima del 15%— que les coloca en la absoluta élite en esta parcela.

Como consecuencia, el conjunto neoyorquino es el equipo que más puntos genera en segundas jugadas, siendo Julius Randle el mayor beneficiario atacando el rebote en segunda oleada para aprovechar los palmeos de Robinson. El ala-pívot es el segundo jugador que más puntos consigue así (4,4) en toda la liga, y Robinson logra cerca de la mitad de sus tantos (3,5) de esta forma. Los Knicks miran poco a su interior, y este ha encontrado una vía alternativa para pesar en el marcador.

Aerolíneas Toronto Raptors

Los Toronto Raptors son los reyes indiscutibles del rebote defensivo entendido como acto de fe y esfuerzo colectivo. El conjunto canadiense reparte la cuota de capturas como nadie y logran paliar ciertas carencias en la creación de ventajas fuera del mayúsculo curso de Pascal Siakam. Son el cuarto equipo que mejor rebotea sin tener a un solo titular que supere el 7% de capturas en aro rival —Scottie Barnes llega al 6,6%—.

De la misma forma que aprovechan sus formatos sin pívot y repletos de aleros para generar emparejamientos favorables con balón, también sacan ventaja de esa superioridad física para ganar posiciones cercanas al hierro o correr desde el exterior arrasando todo lo que se postre a su paso. Sin embargo, es en la segunda unidad que suelen habitar los Boucher, Young, Koloko y Achiwua donde el parqué se convierte en una pista de despegue para los vuelos suicidas de los móviles interiores de los Raptors. Probablemente solo los Grizzlies compitan por tener tan interiorizado el rebote ofensivo como parte de su identidad.

Pocas sorpresas en la cola de la liga

Los Dallas Mavericks son el equipo que menos capturas recoge en el tablero rival. Sobre todo debido a su gusto por atacar con Luka Doncic rodeado de tiradores. El mismo mal padecen Celtics y Kings, quinto y peor sexto dato respectivamente. Son conjuntos que priorizan el juego exterior y que suelen jugar con formatos de un solo interior puro, aunque la lesión de Robert Williams influye mucho. Sabonis es un muy buen reboteador, pero muchas de sus jugadas parten y acaban en los codos de la zona, desde donde su velocidad no le permite llegar a pelear rechaces. Más de lo mismo con Chicago (28º) y Vucevic o Philadelphia (27º) y Embiid. En los Sixers solo P.J. Tucker ataca el rebote con ahínco.

El mal rendimiento de los Nets aquí, segundo peor equipo de la NBA, sorprende porque juegan muchos minutos con dos jugadores sin tiro. Pero es que Ben Simmons, un gran reboteador defensivo, nunca ha brillado al otro lado de la cancha. Nic Claxton se encarga de pelear en solitario las migajas que deja el tercer equipo que mejor tira de la liga, y le faltan kilos para ganar posiciones interiores más allá de su potente salto vertical.

Desmintiendo mitos

Al comienzo de este texto se hablaba de la preocupación por la transición defensiva y la aleatoriedad como causas de la caída del rebote ofensivo en el último lustro. No obstante, el repunte que ha experimentado este factor del juego deja conclusiones tibias sobre la correlación de esos dogmas. Según datos de Impredictable, los Grizzlies son el equipo que más puntos recibe cada vez que el rival captura un rebote defensivo. No obstante, está en el top diez de equipos que menos puntos recibe en transición, al igual que ocurre con los Knicks.

El tamaño de los círculos está relacionado con los puntos que recibe cada equipo tras rebote defensivo.

Por el contrario, los Sixers son uno de los equipos que menos carga el rebote y el segundo que más puntos recibe en transición. De hecho, es usual encontrar equipos que están en uno de los dos extremos en lo que a porcentaje de rebote ofensivo se refiere y, a la vez, entre los conjuntos que mejor defienden la transición. Básicamente esto implica que cargar el rebote ofensivo es un factor más en cómo los equipos defienden corriendo hacia atrás. Pero que facetas como la comunicación, el compromiso y el talento defensivo explican de forma mucho más veraz la transición defensiva de los equipos.

Los Houston Rockets son el mejor equipo de la liga en capturas ofensivas y el peor defendiendo el contraataque por su insultante falta de fundamentos colectivos. No por cargar demasiado el rebote. Igual que los Mavericks son el equipo que menos rebotes recoge en campo contrario porque no tienen herramientas para ello y sus fortalezas están en otros lados. No porque renieguen de conseguir puntos en segundas oportunidades en favor de estar mejor parados en el retorno.*

*Los datos recopilados para este artículo provienen de: NBA Stats (PTS. en transición), Basketball Reference (% REB. OFE.) e Impredictable (DEF. tras rebote defensivo rival).

(Fotografía de portada de Jamie Squire/Getty Images)

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