Los Cleveland Cavaliers han sumado su segunda derrota de la temporada. Y así como la primera llegó en un día marcado en rojo en el calendario y con todo el mundo con los ojos puestos en el resultado, esta ha llegado cuando nadie la esperaba. El cuadro de Ohio, que había ganado todos sus partidos en casa hasta la fecha, ha caído esta madrugada por 124-135 ante los Atlanta Hawks, que liderados por un espectacular Trae Young se han unido a los Celtics como los únicos equipos en tumbar a los de Atkinson.
Trae estuvo lejos de tener su mejor noche en cuanto a tiro exterior (3/13 en triples), pero sí la tuvo como generador y pasador. Con 22 asistencias, firmó su récord personal y se convirtió en el responsable de prácticamente todo lo que crearon los suyos en ataque, pues fue el encargado de anotar o asistir más de la mitad de las canastas de los visitantes en toda la noche. Añadiendo 20 puntos, cerró un doble-doble colosal con el que tumbó al mejor equipo de lo que va de curso, comandando una enorme machada de unos Hawks que siguen dando una de cal y otra de arena.
No obstante, una victoria de tal calibre no puede lograrse en solitario. Young estuvo bien apoyado por un sensacional De’Andre Hunter, un jugador que, como estos Hawks, combina noches de picos muy ilusionantes con otras de bajos muy frustrantes. Y esta vez salió cara. El alero comandó la anotación de los Snyder con 26 tantos gracias a un excelente 5/9 en triples, convirtiéndose en el socio perfecto para Trae y dando junto a Bogdan Bogdanovic, autor de 17, un impulso fundamental al equipo partiendo desde el banquillo.
Remontada exprés
Y es que, para añadir más ingredientes al logro, Atlanta comenzó el duelo con un desastroso parcial de 27-8 que no permitía imaginar otra cosa que no fuera a los Cavaliers poniéndose 18-1 en la clasificación. Los de Cleveland marcaron territorio con una brutal salida en tromba, pero a medida que los hombres de banquillo de los Hawks fueron saliendo a pista la dinámica del cuarto comenzó a cambiar y la renta empezó a desaparecer tan rápido como se había creado. Tras verse 19 abajo transcurridos solo 6 minutos y medio, los de Georgia consiguieron cerrar el cuarto con empate a 35-35, dando desde el inicio un aviso de que no habían ido al Rocket Mortgage Fieldhouse a verlas venir.
Para ello tuvieron que sobrevivir también a los 30 puntos de Donovan Mitchell, máximo anotador del duelo, que trató de cambiar la dinámica con su habitual paso adelante en el último cuarto, en el que llegaron 13 de sus tantos, pero que se vio demasiado solo para ello. Evan Mobley y Darius Garland, sus socios durante la noche con 22 y 19 respectivamente, desaparecieron en el último parcial, haciendo inevitable la segunda derrota de unos Cavs que, con todo, dominan la clasificación.
(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)
