Los Boston Celtics están firmando una de las temporadas regulares más dominantes de la historia. Y según cómo se mire, podríamos considerarla incluso la que más. El conjunto de Massachusetts batió esta madrugada un nuevo récord histórico al ser el primer equipo de la NBA en ganar tres partidos en un mismo curso por 50 o más puntos, demostrando no solo su capacidad para destrozar rivales sino su hambre para hacerlo de forma tan apabullante.
Golden State ha sido quien ha tenido que pagar el pato en esta ocasión, recibiendo un arrollador 140-88 en un duelo que tardó en quedar resuelto lo que tarda un Fórmula 1 en cambiar los neumáticos. Con un aplastante 44-22 en el primer cuarto, los locales dejaron claro desde muy temprano que no iban a andarse con contemplaciones a la hora de vengarse del equipo que les arrebató el anillo en 2022, y la distancia llegó tan pronto a cotas sonrojantes que fue inevitable preguntarse si estábamos a punto de vivir una diferencia nunca vista. Y no fue el caso, pero seguramente porque no hizo falta.
Boston ganaba de 44 al descanso, la diferencia superó los 50 poco después y llegó a los 56, la máxima, nada más arrancar el cuarto parcial. Para entonces, hacía ya muchos minutos que los dos entrenadores habían sentado a sus grandes estrellas. Kerr optó por dejar a Curry, Klay y Green en el banquillo durante toda la segunda mitad, y de hecho lo sorprendente fue que Mazzulla hiciera lo contrario con Tatum y Brown, que sí salieron al parqué durante unos minutos durante el tercer cuarto. Por estirar las piernas, supongo.
Estos Celtics era ya uno de los tres equipos con más de una victoria por 50 tantos en una liga regular, honor que ocupaban junto a los Bucks de la 1978-79 y a los Kings de la 92-93. Llegar a las tres, no obstante, supone ya un salto significativo. Hay franquicias que no han ganado un partido por tantos puntos en toda su historia, y este grupo sin embargo parece lograrlo con el piloto automático activado.
Brown y Tatum fueron los encargados de liderar la fiesta con 29 y 27 puntos en 22 y 25 minutos respectivamente, y de haber querido ir a más podrían haberlo hecho. Con una primera parte sensacional, lograron la mayor anotación (82) y la mayor diferencia de puntos (44) al descanso de la historia de la franquicia, dando un nuevo recordatorio del potencial que tiene esta plantilla en sus noches inspiradas.
Esto habrá que rematarlo en playoffs, por supuesto. Pero desde luego, será difícil llegar a ellos en mejor forma que los Celtics.
(Fotografía de portada. Maddie Meyer/Getty Images)
