Hay muchas formas de encarar una crítica. Recurrir a la familia para exponer tu punto, nunca debe ser una opción. Hacerlo con un familiar fallecido, todavía menos.
Esa es la vía que, sin embargo, tomó un periodista ya entrado en canas en la profesión como es Marcus Hayes (actualmente trabajando para el Inquirer), para lanzar un dardo a Joel Embiid por no haber debutado aun esta temporada (una crítica que podía ser totalmente lícita), pero recurrió a una referencia extremadamente sensible como apoyo para vertirla.
El 2 de noviembre, Hayes publicó un artículo de opinión criticando que Embiid, aparentemente recuperado de su lesión, postergase su debut en aras de ser precavido, mientras sus 76ers se hunden en el fango del Este (1-4, antepenúltimos) sin él ni tampoco Paul George, su flamante fichaje estival que tampoco ha debutado todavía.
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En su artículo, Hayes cuestionaba si Embiid es digno de su espectacular contrato (más de 60 millones al año) y lo ponía en entredicho por no haber aprovechado la temporada baja para recuperarse de la cirugía de rodilla a la que se sometió tras los Juegos Olímpicos de París de los que el Team USA salió como campeón.
Y en una primera versión de una pieza hoy ya modifcada (Hayes eliminó esta parte tras las primeras polémicas), el periodista escribió lo siguiente:
«Joel Embiid se refiere constantemente al nacimiento de su hijo, Arthur, como el principal punto de inflexión en su carrera. Siempre nos recuerda que quiere ser grande y dejar un importante legado para su hijo (al que bautizó como Arthur en honor a su hermano pequeño, que murió trágicamente en un accidente cuando Embiid encaraba su primer año en los 76ers). Pues, para ser bueno en tu trabajo, lo primero es acudir a él. Y Embiid está haciendo justo lo contrario».
Efectivamente, el traumático fallecimiento de su hermano a la temprana edad de 13 años (un camión perdió el control y se estrelló contra una escuela en Yaoundé, atropellando a Arthur por el camino), dejó un poso terrible de tristeza en Embiid imposible de reparar. Pero en lugar de tapar su recuerdo, quiso rendirle homenaje dándole su nombre a su primer hijo, al que su mujer dio a luz hace ya cuatro años.
Sin llegar a las manos
En cuanto tuvo conocimiento de lo que había escrito Hayes, Joel Embiid decidió tomar cartas en el asunto, y según fuentes de Associated Press le buscó en los vestuarios al término del partido en casa entre 76ers y Grizzlies, para encararle. «La próxima vez que vuelvas a hablar de mi hijo y de mi hermano muerto, te las verás conmigo… y yo aceptaré las consecuencias».
La tensión del encuentro fue en aumento, las voces se elevaron y miembros del staff de los 76ers tuvieron que intervenir para evitar que la cosa fuese a mayores. Se ha sabido también que Hayes trató de disculparse, disculpas que Embiid no quiso aceptar, profiriendo varios insultos y recordándole, además, que «no era la primera vez» que se pasaba de la raya.
A la espera de resolución
El center de Philly venía de manifestar el día anterior ante la prensa que no pensaba forzar su cuerpo como sí había hecho ya en el pasado, notándosele algo hastiado ante las preguntas de los medios.
Embiid didn’t hold back when he spoke at practice today. Have to say, I don’t really blame him.
— Devan Kaney (@Devan_Kaney) November 1, 2024
Tough situation but the way a lot of people speak about him is wildly disrespectful pic.twitter.com/JX67J02IX3
A raíz de lo sucedido, la NBA ha abierto una investigación para estudiar los detalles y determinar si debe tomar alguna decisión que implique sanciones que afecten al ex MVP. En función de cómo de grave considere que ha sido la actitud de Embiid, la cosa podrá ondular entre una multa económica hasta la posibilidad de perderse varios partidos.
Inicio de campaña de lo más torcido para unos 76ers que supuestamente aspiran a pelear por el título, y que ahora enfrentan la perspectiva de perder a Embiid por más tiempo de lo debido y al que sin duda necesitan para voltear la empinada situación.
Un Joel Embiid que el curso pasado promedió, en regular season, 34,7 puntos, 11 rebotes, 1,7 tapones y 5,6 asistencias, pudiendo disputar únicamente 39 partidos.
(Fotografía de portada de Mitchell Leff/Getty Images)
